El sueño imposible de una marca es mantener el control sobre su reputación online, ya que los usuarios pueden opinar, comentar, compartir su percepciones y experiencias, y esta información puede tener un alcance global.
Eso no es todo. Las opiniones y reviews, así como los indicadores sociales, tienen su impacto en el posicionamiento en buscadores.
Pero aunque nos aseguremos de proporcionar el mejor de los servicios o de ofrecer un producto excelente, nos podemos encontrar con clientes molestos y con críticas negativas, que pueden ser reales o no, pero que de igual forma afectan nuestra reputación online. ¿Qué hacemos?
Antes que nada, ten preparado un manual donde se contemplen diferentes escenarios de crisis, las posibles repuestas y un comité que debe entrar en acción si la respuesta no es efectiva o si el asunto es más grave.
También es fundamental que no desestimes las críticas, pensando que se trata de un cliente que no tiene la razón, de un troll, o que es solo una reseña mala entre muchas buenas. Un comentario negativo puede ser una oportunidad invaluable de detectar fallas en nuestros productos o en el servicio que damos a nuestros cientes. También puede ser una oportunidad de oro para fidelizar a tus clientes, al ofrecerles una respuesta rápida y una solución a su problema.
- Responde públicamente y reconoce el problema. Pide disculpas si es necesario. Una marca que reconoce sus errores es más humana. Y al validar las quejas del usuario, estamos reconociendo que su opinión cuenta. Muchas marcas optan equivocadamente por ignorar, ocultar y borrar los comentarios negativos; incluso hay marcas que prefieren huir de la presencia digital para evitar estos comentarios. Nada más tonto, puesto que la gente va a expresar su satisfacción o su rechazo, estemos o no.
- Si es necesario, llévalo al privado, pero es muy importante que públicamente se pueda ver que estás resolviendo el problema. Esto te ayudará a ganar la confianza de los futuros clientes, y la fidelidad de quienes han estado observando lo que ocurre.
- Nunca solicites información de forma pública, ni expongas a tu cliente publicando sus datos o los mensajes y correos que te haya enviado. Si necesitas algún dato personal para resolver el problema del usuario, dile que te lo haga llegar de forma privada.
- Ofrece una solución. Si no hay una solución posible, ofrece algún tipo de compensación, como reponer el producto dañado o descuentos en futuras compras.
- Si el usuario necesita más información, aprovecha tus medios propios. Envíalo a tu website, dale un correo de ATC, teléfonos o alguna fuente de información que pueda servirle.
- Agradece al cliente por tomarse el tiempo de comentar y compartir su experiencia.
- Haz seguimiento en privado, de modo que el usuario entienda que realmente te interesa su problema.
Finalmente, ser abierto, transparente y cercano, no te hará parecer débil ni inferior, al contrario, es la base de la conexión con tu audiencia y aporta una mayor credibilidad. Si lo esta ves de esta forma, una queja o crítica representa la oportunidad de fidelizar a tus clientes, y no el escenario de crisis que tanto nos preocupa. Los clientes aprecian la honestidad y pueden incluso cambiar su predisposición desfavorable a una muy buena si ven que eres capaz de admitir tus fallas y de ir más allá por la satisfacción de tus usuarios.