El mundial de fútbol llega a su fin. Y con él uno de los acontecimientos programados más importantes para la publicidad y el mercadeo a nivel planetario. 3.500 millones de aficionados lo han seguido por televisión, radio, redes sociales… Pero con el desenlace final llega una etapa nueva para el comercio y el Social Media Marketing que lo circunda.
Las selecciones y estrellas de otrora que cumplen su ciclo, unidas a aquéllas que decepcionaron a sus seguidores, dan paso a nuevas figuras y nuevos estilos de juego que van a dominar el espectro futbolístico y serán la referencia mercantil en los próximos cuatro años.
El fútbol es un deporte masivo y el marketing deportivo se aprovecha de cada coyuntura, positiva o negativa, debido a lo amplio que es el target receptor. La segmentación puede ser tan sencilla como complicada como haya sido el comportamiento de los equipos favoritos o sorpresivos y el tipo de estrategia que se pretenda implementar para promocionar uno u otro producto.
El fútbol es pasión y la pasión es un elemento emocional que es clave para compenetrarse con el usuario/cliente y hacer que se identifique con productos que invocan a la pasión.
Poblaciones disímiles, pero que la Copa del Mundo 2018 ha equiparado, por ejemplo, Perú e Islandia. Dos selecciones que no trascendieron la ronda de grupos pero que dejaron una sensación positiva, siempre apoyados por unos pueblos entusiastas e incondicionales. Para esos segmentos poblacionales, el marketing tiene asegurado algunos años de crecimiento gracias a la exposición del trabajo en equipo y de sus principales figuras. En estos casos, los beneficios se van a multiplicar porque los fanáticos quieren demostrar el orgullo patrio mostrando productos que los relacionen con sus ídolos.
Eso sucede de igual forma, y con mayor hincapié, en aquellas naciones que logran acceder a instancias finales. Los medios audiovisuales y publicidad en redes sociales van a fortalecer la imagen de sus productos asociándolos con los personajes que han sido “endiosados” gracias a su buen rendimiento durante el Mundial.
Caso contrario sucede con quienes sufrieron duros traspiés y cayeron estrepitosamente teniendo la estela del favoritismo alrededor. España, Argentina y, sobre todo, Alemania fueron apeadas prematuramente de la meta trazada en un principio. Y así como el desprestigio deportivo se cebó en ellos, igualmente se desplomaron los beneficios comerciales que los acompañaban en paralelo.
En estos casos, donde se requieren cambios estructurales a nivel deportivo, el merchandising asociado a las redes digitales va a tener un papel fundamental. Los Community Managers aplicarán estrategias novedosas donde se enfatice el aspecto generacional y que señale a un futuro prometedor y exitoso. La formación de nuevos talentos viene de la mano con su promoción publicitaria y los beneficios lucrativos que se asocian con las figuras que serán el relevo de aquéllas que han cedido sus lugares.
Por todo esto, el comercio asociado a la Copa Mundial de Fútbol no muere el día de la final, sino que se reinventa con nuevas técnicas, nuevas estrategias y nuevas aplicaciones que van a fomentar el desarrollo del marketing digital durante los próximos cuatro años.