Hoy en día los esfuerzos de marketing digital están centrados en la experiencia del usuario (UX), desde el momento de hacer la investigación de mercado para conocer lo que el cliente quiere y necesita, hasta entregarle un entorno digital con el que se sienta satisfecho, es decir, una Web usable, y unos canales de Social Media que generen interacción y que lo hagan sentir único e importante.
El consumidor de hoy en día no solo es más exigente con el contenido, sino que también lo genera. Recordando un poco al prosumer, el consumidor es quien decide qué, cómo y cuándo consumir, decide qué valor añadir. Hablamos de un cliente que al contrario de lo que ocurría con la publicidad tradicional, no quiere enamorarse de una marca, quiere que la marca lo enamore, esto implica generar un vínculo con él, ponerse en su lugar, escucharlo y proporcionarle contenido valioso, que sea lo suficientemente interesante, de ayuda, o al menos entretenido.
Con esto en mente, las marcas y empresas esperan que todos los datos y análisis disponibles permitan conocer a fondo el contexto donde se desenvuelve el cliente, es decir todo lo que necesita saber sobre el comportamiento y preferencias de los usuarios, para entregarle la experiencia Web más satisfactoria posible.
¿Exactamente qué buscan saber las empresas? Horarios, comportamiento de compra, dispositivos, localización (casa, trabajo, etc). Se trata de un análisis profundo que va mucho más allá de la segmentación básica que conocemos (edad, sexo, etc.), que busca conocer y contextualizar los intereses, identidad, hábitos y motivaciones del usuario, información relevante y única que lo distinga y que permita entregarle contenidos a su medida y experiencias significativas que promuevan un engagement y la tan anhelada lealtad de marca.
Una vez obtenidos los datos de contexto, ¿qué hacer? La respuesta es simple, estudiar qué nos dicen estos datos que podamos utilizar para mejorar su experiencia, por ejemplo:
–Diseños responsivos de acuerdo a los dispositivos dónde navegan nuestros usuarios.
–Contenidos ajustados a la cultura, lenguaje y necesidades de nuestra audiencia objetiva,.
-Páginas usables. Con una estética sencilla y con elementos visuales cómo imágenes, vídeos, etc, que motiven e inspiren, que inciten al usuario a compartirlo en redes sociales.
La experiencia del usuario lo es todo. Es lo que hace que el cliente se quede en nuestro sitio Web, o permanezca fiel como seguidor de nuestra marca, a partir de lo cual se establece la conversión, engagement y fidelización. Por esto es importante conocer al usuario, entender su contexto y en ese contexto proporcionarle una experiencia agradable, única y memorable.