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No hay duda de que el análisis de datos ha cambiado fundamentalmente la naturaleza del marketing estratégico. No sólo somos capaces de dirigirnos a la audiencia objetivo cada vez con mayor precisión, los métodos basados estadísticas han transformado nuestra capacidad de entender a los consumidores.

El uso de datos ha sido tan publicitado que corremos el riesgo de pensar que es la respuesta a todo y que es infalible. No obstante, quienes diseñan los sistemas que recopilan y organizan datos, son personas. Personas que deben entender las limitaciones y sesgos de estos sistemas; y centrarse en las preguntas correctas para conducir a una visión significativa y procesable.

Además, los datos provenientes de las personas, tienen una calidad humana propia. Pero a medida que el marketing estratégico se vuelve más dependiente de la automatización, y las respuestas programáticas son cada vez más fáciles de implementar, aumenta la propensión a descartar el toque humano. Con esto en mente, aquí hay seis maneras de humanizar sus datos:

1. Utilizar una visión humana para enmarcar el problema.

Los primeros pasos de una investigación son los más difíciles. La mala elección de las variables, la mala instrumentación y medida, o una pregunta imprecisa vienen con un alto costo. Ninguna automatización puede corregir estos errores.

2. Recordar que más no es siempre mejor.

Las grandes cantidades de datos desafían los límites del análisis humano, por lo que las máquinas son esenciales para la comprensión de grandes cantidades de información. El aumento del volumen de datos sólo es útil si sirve para ampliar el radio, pero implica un mayor riesgo de encontrar falsa correlación, o conclusiones que no son relevantes. Una máquina puede encontrar cualquier número de respuestas, pero se necesita un ser humano para discernir lo que sirve y lo que no.

3. Saber que todo el mundo miente.

A diferencia de los patrones climáticos o los datos de tráfico, la información proporcionada por la gente siempre está sesgada de alguna manera. Las personas distorsionan la verdad acerca de todo tipo de cosas. Este es otro problema que una máquina no puede resolver, mientras que la experiencia y el juicio humano, sí.

4. Comprender que el contexto lo es todo.

Los eventos capturados y registrados en nuestras estadísticas son casi imposibles de entender sin conocer el contexto en el que se recogieron. La misma acción, incluso por la misma persona, puede significar cosas muy diferentes. Por ejemplo, la compra de un juguete en un supermercado con frecuencia indica que un niño está presente, a menos que sea diciembre. El mismo producto comprado en línea por lo general es comprado por un adulto solo.

5. Aceptar que las estadísticas nos obligan a abandonar los estereotipos.

Nuestras mentes se adaptan a los datos incompletos, rellenando los espacios en blanco con accesos directos y presunciones, mientras los Robots luchan para reconocer patrones. Con mejores estadísticas, es necesario entender que cada persona tiene intereses y características únicos.

6. Entender que una máquina nunca contará una buena historia.

Al concebir a las personas como seres que se miden a través de datos, dejamos de lado el mayor de sus atributos humanos: la emoción. Las emociones son primordiales en el marketing. La gente toma decisiones desde el centro emocional del cerebro, por lo que los marketeros inteligentes utilizan la narrativa, el contexto y los sentimientos para contar historias que resuenan.

Tomado de: http://adage.com/article/digitalnext/ways-make-data-human/293458/